miércoles, 17 de octubre de 2012

Efectos de la obra reconciliadora de Cristo.



¿Cómo puede un Dios santo y justo reconciliar consigo a un hombre pecador como el que acabamos de describir?

Bueno hay aquí dos puntos importantes para responder a esa pregunta pues es necesario que Dios obre una transformación en el hombre además de evocar un medio para apaciguar su ira por ellos, dice el pasaje en Col 1:21-22”…...os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él. Jesús tuvo que morir en la cruz del calvario como el medio para apaciguar la ira de Dios ahora no solo representaba una ofrenda sacrificial  si no que estuvo allí como el sustituto de la humanidad, esto es pagando por nuestros pecados como el medio para que haya paz entre Dios y los hombre. Por medio de su sangre nuestro pecado son perdonados Hb 9:22 “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”. Jesús Dios encarnado muriendo como hombre por los hombres y vemos que en la cruz es el único momento en su vida que no se refiere a Dios como su padre, la ira de Dios literalmente cayó sobre El y fue quebrantado por su padre por nuestras iniquidades.

Luego el hombre es transformado en esa obra de   reconciliación  2Co 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación. En Cristo somos una nueva creación no somos remendados, ni arreglados, ni repotenciados, sino nuevos tenemos unos nuevos intereses una nueva manera de pesar, ahora estamos capacitados para seguir la voluntad de Dios que antes rechazábamos podemos amar lo que antes odiábamos y esto se conoce como la obra de regeneración del Espíritu Santo. Nuevos totalmente  nuevos por Cristo para gloria de Dios padre.

De manera que esta conformidad con Cristo puede ser descrita en estas tres palabras mencionadas por Pablo en el psaseje de colosenses santos, sin mancha e irreprensibles.

Santos: apartados del pecado consagrados para Dios.

 Sin manchas: no hay en nosotros ningún tipo de culpa ya que Cristo cargo con todas ellas en la cruz del calvario aunque  mientras estemos en este cuerpo muchas veces vamos a fallar a Dios, la justicia de Cristo fue adosada a nuestra cuenta por medio de la fe.

Irreprensibles: no hay nada de lo que podamos ser acusados verídicamente, ya que judicialmente estamos absueltos y cada vez que el diablo el  acusador de los hombres se levanta para señalarnos Cristo dice yo pague por ello toda acta que nos era contraria esta clavada en la cruz del calvario donde Cristo venció a nuestro acusador.

Hemos sido reconciliados con Dios Cristo hizo lo que nadie podía hacer por nosotros reconciliarnos con El padre por ello podemos decir que somos salvos por obras el punto es que no son las nuestras sino las de Cristo somos salvos por su muerte por su sangre por su resurrección por su ascensión por su  regreso gracias a nuestro Glorioso salvador Jud 1:24-24  Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,  al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

1 comentario: