Un llamado a la reflexion de todos aquellos hermanos que an reducido el evangelio a solo una serie de beneficios materiales dejando aun lado la poderosa obra reconciliadora de Cristo en la cruz del calvario derramando su sangre para acercar al padre.
http://www.youtube.com/watch?v=ATVleLNgrDc
domingo, 28 de octubre de 2012
SALVOS PARA SERVIR (Col 1:24-29) I parte
La palabra
ministro es un sinónimo en nuestra sociedad de alguien que tiene importancia y
ocupa un puesto preeminente dentro de los estratos sociales, aun dentro de la
iglesia cristiana llamarse ministro parece remontar a las personas a un nivel
de superioridad espiritual apartado solo para unos pocos, lo interesante es que
la palabra que en la biblia se traduce como ministro es la palabra diakonos, de donde
proviene el vocablo castellano diácono, denota en primer lugar a un siervo, tanto
si está efectuando un trabajo servil como si se trata de un asistente que da
servicio de buena voluntad, sin referencia particular al carácter de este
servicio, por lo que bíblicamente hablando decirse un ministro del evangelio es
decirse un servidor del evangelio, donde el único grado de honor rescatable es
que servimos al único señor digno de ser servido y de quien es toda la gloria
el poder y la alabanza, nuestro señor Jesucristo. Alguien dijo en una
oportunidad “ el que no vive para servir no sirve para vivir” conscientemente
debemos meditar en el hecho que si hay un sinónimo correcto y ajustado a la
realidad para un seguidor de Cristo es la palabra servidor; Así surge la
pregunta ¿qué quiere Dios que yo haga?, bueno el apóstol Pablo sugiere su ejemplo
en la epístola a los colosenses no solo como defensa para aquellos falsos
maestros que se estaban presentando en colosas sino como uno digno de ser
imitado de hecho en dos oportunidades soltó en sus cartas la frase “sed imitadores de mi” agregando en una
de ellas “como yo lo soy de Cristo”
dediquémonos entonces a estudiar la porción de las escrituras en Col 1:24-29.
I.
Padecimientos en el ministerio.
Col
1:24
“Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo
que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia”
De entrada analicemos el hecho que Pablo no está
tratando de decir que el sacrificio de Cristo estaba incompleto y mucho menos
que sus padecimientos en el ministerio pudieran de alguna forma completar la obra redentora de Cristo, lo que
sí está diciendo el apóstol Pablo es que cualquier aflicción que pudiera estar
pasando no eran en nombre propio si no en nombre de aquel a quien servía, por
lo que se sentía gozoso, contento, dichoso
de poder llevar en su propio cuerpo
afrentas por causa del nombre de Cristo; finalizando la carta de Gálatas
escribe Gál 6:17 De aquí en adelante nadie me cause molestias;
porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús. No
presentándose como un estigmatizado como pretenden algunos herejes sino como
uno cuya vida estaba marcada con el sello del que era su amo, es importante
recordar que la carta a los colosenses el objeto de nuestro estudio fue escrita
por El desde la prisión donde finalmente después de varios años de cautiverio
según las narraciones históricas terminarían decapitándole en el año 67
aproximadamente, en la carta a los corintios escribe 2 Co 11:23-28 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera
loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en
cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he
recibido cuarenta azotes menos uno. Tres
veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido
naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos
muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi
nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el
desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y
fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en
desnudez;
y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa
cada día, la preocupación por todas las iglesias. Y ahora pueden estar algunos pensando que
jactancioso es este Pablo cómo es posible que le echara en cara a los hermanos todas
las cosas que había tenido que pasar bueno no es jactancioso es realista porque
todo el que aspire ser un siervo productivo en la obra de Cristo tiene que
anotar esta palabra en su agenda SUFRIMIENTO.
Pablo estuvo dispuesto a vivir una vida llena de
padecimiento con la única finalidad de llevar el evangelio de nuestro señor
Jesucristo sus esfuerzos alcanzan hasta nosotros en el día de hoy el punto es que Pablo no fue un caso
excepcional, los mismos Pedro y Juan dice la palabra que después de ser
azotados Hch 5:41 Y ellos salieron de la
presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer
afrenta por causa del Nombre. Todos los verdaderos cristianos deben
afrontar esta gloriosa realidad va ha haber aflicción en el mundo pero
tranquilos nuestro señor venció al mundo.
Muchos predicadores de hoy en día están vendiendo
el evangelio como la panacea que puede solucionar todos tus problemas dicen si
estás enfermo en el evangelio te sanas, si estas pobre en el evangelio vas a
tener prosperidad, total cualquier cosa
que te falte el evangelio es la solución y discúlpenme si alguno piensa de esa
manera, luego no estoy negando ninguna de las grandiosas promesas que hemos
heredado en su palabra, ni el hecho que creemos en un Dios omnipotente que
puede hacer cosa que nos parezca imposible, lo que estoy diciendo es que el
evangelio no es una lámpara de Aladino pero le proporciona solución al único
problema real que tienen los hombres y es que Dios es justo y nosotros
pecadores y fuera de los meritos de Cristo un día tendremos que enfrentar su
ira, el mayor problema que tienen las personas que vagan sin Cristo no son las
enfermedades ni los problemas financieros, ni los amorosos, ni las suegras sino
la ira del Dios todo poderoso que un día juzgara a cada uno que allá osado
transgredir su ley.
Hermanos servir a Cristo puede no hacerte rico en
este mundo pero si en el venidero, puede no sanarte en este mundo pero tendrás
un cuerpo incorruptible y transformado cuando estés en su gloria muchas son las
aflicciones que tenemos que pasar si estamos sirviendo a Cristo de una manera
incondicional pero en palabras del apóstol Pablo Rom 8:18 Pues
tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con
la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
II.
El mensaje en el ministerio
Col 1:25-27
“de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me
fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios,
el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora
ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las
riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en
vosotros, la esperanza de gloria”
Pablo aclara que no fue que él se hiciera servidor
por voluntad propia fue que lo hicieron de la misma forma en que cada uno de
nosotros fue traído por El señor, muchas
veces decimos “cuando yo legue a los caminos del señor tal y cual cosa….” bueno
si el idioma lo permitiera una expresión ideal sería cuando “me llegaron a los
caminos” por usted no llego a usted lo trajeron a los caminos y fue colocado al
igual que pablo a administrar algo que no es suyo su vida y que es lo que tiene
que hacer, anunciar cumplidamente la palabra de Dios.
La palabra griega que se traduce como cumplidamente
es la palabra pleróo: hacer repleto, la versión DHH la
traduce la frase anunciar cumplidamente
la palabra de Dios como anunciar de forma completa su mensaje pablo
entendía que su responsabilidad principal era llevar el mensaje de Dios de una
manera íntegra, la forma como se despide
de los lideres en Éfeso es una ilustración clara del compromiso asumido por
pablo de anunciar la palabra de Dios veamos Hch 20:26-27 Por tanto, yo os protesto en el día de hoy,
que estoy limpio de la sangre de todos;
porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. Con
esto diciendo yo he cumplido con lo que Dios me ha encomendado nada me he
guardado todo el consejo de Dios les he anunciado a pesar de las muchas pruebas
he cumplido mi cometido les predique lo que era necesario y justo que les
predicara. Ahora hermanos quiero que te hagas una pregunta si hoy fueras a
partir con el señor habría en tu vida esta misma convicción pues tu hoy decir
ante Dios señor sabes que no he rehusado hacer lo que me corresponde, entiendo
que no todos somos pastores ni maestros pero la responsabilidad de anunciar el
evangelio abarca a todos los que
conformamos el cuerpo de cristo.
Sigue diciendo el texto que la palabra de las
buenas nuevas de salvación eran un misterio que había permanecido oculto y que
aun el día de hoy permanece oculto para muchos Dios nos revelo a sus santos ese
misterio y nos empodero para que seamos instrumentos en sus manos para
revelárselo a muchos mas Mat 28:18-20
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,(
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Ese misterio nos muestra las riquezas de la gloria
de Dios que es Cristo en nosotros estudiemos Jua 14:17 el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros. Entiende esto somos templo y morada del espíritu santo Cristo
mora en ti mora en mi a través de su espíritu santo las riquezas de su gloria
Cristo solo El y sigue la Esperanza de su gloria Flp 3:20-21 Mas
nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador,
al Señor Jesucristo; el cual
transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al
cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí
mismo todas las cosas.
viernes, 19 de octubre de 2012
Evidencias de la reconciliación con Dios en el hombre.
Col 1:23
si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la
esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación
que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
De todas las evidencias que las escrituras
presentan acerca de la seguridad de salvación de creyente y en este caso de
estudio de la obra de la reconciliación no hay ninguna más concluyente que la
permanencia en Cristo y en su evangelio, todo creyente que ha sido transformado
en conformidad con la obra de Cristo perseverara en El. Entonces ¿cómo se si he
sido reconciliado con Dios gracias a Cristo? Col 1:23 sin embargo pudiéramos
aludir al hecho de en el transcurrir de nuestras vidas podemos conocer de casos
de personas que proclamaron abiertamente ser seguidoras de Cristo y aun dieron
muestras muy evidentes de serlos pero en un momento de sus vidas se apartaron
del evangelio y volvieron a su vida pecaminosa , si esto es así debemos
concluir a luz de la palabra que estas
personas nunca fueron Cristianos dice 1Jn 2:19
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido
de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se
manifestase que no todos son de nosotros. No todo el que me dice señor
entrara en el reino de los cielos dijo nuestro señor Jesús sino los que hacen
la voluntad de mi padre, estamos llamados a perseverar en el evangelio a
construir nuestras vidas sobre el fundamento del evangelio a no movernos ni a
la izquierda ni a la derecha a caminar fielmente con Cristo a pesar de nuestras
caídas a levantarnos todas las veces que sea necesario y seguir a delante y me
preguntaran como puede ser esto y les responderé
Flp 1:6
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo Si Dios está comprometido a
preservarnos y perfeccionarnos nosotros tenemos que perseverar.
miércoles, 17 de octubre de 2012
Efectos de la obra reconciliadora de Cristo.
¿Cómo puede
un Dios santo y justo reconciliar consigo a un hombre pecador como el que
acabamos de describir?
Bueno hay
aquí dos puntos importantes para responder a esa pregunta pues es necesario que
Dios obre una transformación en el hombre además de evocar un medio para
apaciguar su ira por ellos, dice el pasaje en Col 1:21-22”…...os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de
la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.
Jesús tuvo que morir en la cruz del calvario como el medio para
apaciguar la ira de Dios ahora no solo representaba una ofrenda
sacrificial si no que estuvo allí como
el sustituto de la humanidad, esto es pagando por nuestros pecados como el
medio para que haya paz entre Dios y los hombre. Por medio de su sangre nuestro
pecado son perdonados Hb 9:22 “Y casi
todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no
se hace remisión”. Jesús Dios encarnado muriendo como hombre por los
hombres y vemos que en la cruz es el único momento en su vida que no se refiere
a Dios como su padre, la ira de Dios literalmente cayó sobre El y fue
quebrantado por su padre por nuestras iniquidades.
Luego el
hombre es transformado en esa obra de
reconciliación 2Co 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios,
quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación. En Cristo somos una nueva creación no somos remendados,
ni arreglados, ni repotenciados, sino nuevos tenemos unos nuevos intereses una
nueva manera de pesar, ahora estamos capacitados para seguir la voluntad de
Dios que antes rechazábamos podemos amar lo que antes odiábamos y esto se
conoce como la obra de regeneración del Espíritu Santo. Nuevos totalmente nuevos por Cristo para gloria de Dios padre.
De manera
que esta conformidad con Cristo puede ser descrita en estas tres palabras
mencionadas por Pablo en el psaseje de colosenses santos, sin mancha e
irreprensibles.
Santos:
apartados del pecado consagrados para Dios.
Sin manchas: no hay en nosotros ningún tipo de
culpa ya que Cristo cargo con todas ellas en la cruz del calvario aunque mientras estemos en este cuerpo muchas veces
vamos a fallar a Dios, la justicia de Cristo fue adosada a nuestra cuenta por
medio de la fe.
Irreprensibles:
no hay nada de lo que podamos ser acusados verídicamente, ya que judicialmente
estamos absueltos y cada vez que el diablo el
acusador de los hombres se levanta para señalarnos Cristo dice yo pague
por ello toda acta que nos era contraria esta clavada en la cruz del calvario
donde Cristo venció a nuestro acusador.
Hemos sido
reconciliados con Dios Cristo hizo lo que nadie podía hacer por nosotros
reconciliarnos con El padre por ello podemos decir que somos salvos por obras
el punto es que no son las nuestras sino las de Cristo somos salvos por su muerte
por su sangre por su resurrección por su ascensión por su regreso gracias a nuestro Glorioso salvador Jud 1:24-24
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin
mancha delante de su gloria con gran alegría,
al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio
y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
martes, 16 de octubre de 2012
Condición del hombre sin Cristo.
Col 1:21 “Y a vosotros también, que erais en otro
tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha
reconciliado”.
Partimos del hecho que sin Cristo éramos
Extraños: ajenos a Él, distantes de sus dominios, no participantes de su reino.
El
apóstol pablo lo resalta en la carta a los efesios diciendo Ef 2:12-13 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados
de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y
sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo
estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. Queriendo
expresar el hecho de que existe una distancia abismal entre un hombre pecador y
un Dios santo y justo, aunado a la realidad que estamos incapacitados por
nuestros propios meritos de poder salvar esa distancia al contrario de ello en
Cristo somos hechos cercanos. Esto quiere decir que fuera de los meritos de
Cristo el hombre no tiene ningún tipo de relación amistosa con Dios al
contrario de ello el tipo de relación que les une es la de un juez con un
pecador convicto, por lo que sin Cristo no tenemos ningún derecho de
apropiarnos de las grandiosas promesas, que Dios ha dejado en su palabra para
consolar a los que son suyos. Ahora, puede que algunas personas que caminen sin
Cristo digan: yo estoy muy cerca de Dios, el punto es que ellos están cerca del
dios que han creado en su mente para que
se amolde a sus necesidades, un Dios que no los juzga por sus pecado, un ser
todo poderoso que está ahí disponible para el momento que ellos lo necesiten,
el detalle es que el apóstol pablo no está hablando de una deidad abstracta
creada por la imaginación de los hombres sino de el único Dios verdadero, el
Dios revelado en la escrituras, la biblia la palabra de Dios y acabamos de ver
que estar sin Cristo es estar sin Dios solo hay un mediador entre Dios y los
hombre Jesús Cristo nuestro salvador por lo que tu relación con Dios va estar
definida en función de tu relación con
Cristo.
Sigue diciendo el texto que sin
Cristo somos enemigos de Dios en nuestros pensamientos esto quiere decir que
nuestra capacidad intelectual está orientada
a producir acciones que ofenden a Dios Ef 4:17-19 “Esto, pues, digo y
requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la
vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida
de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los
cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia
para cometer con avidez toda clase de impureza”. No hay en el hombre el
más mínimo deseo de agradar a Dios así
caminan una vida separada de Dios en una total y absoluta enemistad con El, esto
producto de la convicción que algunos tienen que Dios es un ser que está
interesado en anular toda acción en el hombre que pueda parecerle divertida
dice el pastor Sugel Michelen una
especie de mata gozo cósmico aburrido que quiere que el hombre también este
aburrido, ahora esto no es más que el deseo de el hombre de no someterse a la
voluntad de Dios sino vivir como a él le place y si en algo necesita que Dios
se involucre sea en satisfacer sus necesidades, pero no para decirle lo que
debe hacer.
Rom 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida”. Pablo acentúa en diferentes partes en
sus escritos que el hombre sin
Cristo es un enemigo de Dios merecedor únicamente de su aborrecimiento, esta
idea se encuentra respaldada en toda la escritura por ejemplo Sal
5:5 Los insensatos no estarán delante de
tus ojos; Aborreces a todos los que
hacen iniquidad. Los esfuerzos
humanos para reconciliarse con Dios están desprovistos de toda probabilidad de
éxito dado que todas sus acciones son malas delante de sus ojos como dice el profeta Isaías que aun las
buenas obras de los hombres son como trapo de inmundicia para Dios. Nuestro
señor Jesucristo lo aludió al hecho de que los hombres aman el pecado cuando
dijo Jn
3:19-20 “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres
amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece
la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.
Esta era nuestra condición esta es la
condición de todos aquellos que andan sin Cristo en sus corazones extraños a
Dios, enemigos de Dios Hacedores de
maldad es decir todo aquello que desagrada a Dios. De ahí fuimos sacado y de
ahí puedes ser sacado si aun estas sin Cristo.
RECONCILIADOS CON DIOS Col 1:21-23
La palabra reconciliación es uno de
los términos más poderosos y
descriptivos en toda la escritura. Su definición conjuntamente con la de los
términos justificación, redención,
perdón y adopción describen de manera gloriosa las riquezas
de nuestra salvación en Cristo.
Veamos, la justificación hace que un pecador, considerado
culpable y condenado delante de Dios, sea
declarado justo Rom 5:1-2 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz
para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe
a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la
gloria de Dios”. Mediante la redención, el pecador que a los ojos de
Dios es un esclavo, recibe la libertad de manera gratuita Rom 6:17-18 “Pero gracias a Dios, que aunque
erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados;
y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia”. En
el perdón, el pecador que tiene una deuda con Dios recibe el beneficio del pago
y olvido de esta Ef 1:7 “en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados según las riquezas de su gracia”. Luego en la
adopción el pecador, que era un extraño y advenedizo ante los ojos de Dios es
recibido como un hijo suyo Ef 1:5 “en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de
su voluntad”.
Una palabra que nuestra biblia usualmente traduce como
reconciliar es la palabra katalásso y significa literalmente cambiar mutuamente o intercambiar aludiendo generalmente al
cambio en una relación sin embargo la palabra usada por el apóstol Pablo en el
texto Col 1:21-23 es la palabra apokatalásso que no es más que la misma
palabra con un énfasis añadido por el prefijo apo con el que se habla de una reconciliación
rotunda y completa esto motivado por el hecho de que algunos falsos maestro
estaban enseñando que la obra de Cristo se tornaba insuficiente.
Así estudiaremos el tema de la RECONCILIACION CON
DIOS fundamentándonos en tres puntos principales el primero la condición del
hombre no reconciliado con Dios o sin Cristo, el segundo los efectos de la obra
reconciliadora de Cristo y tercero las evidencias de la reconciliación con Dios
en el hombre.
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